Marco Inzitari, impulsor del BALL, ha sido entrevistado por el periodista Xavier Bosch, del Diari ARA.
El doctor Marco Inzitari (Florencia, 1976) hace quince años que vive en Cataluña. Actualmente, es director de Atención Integrada e investigación del Parque Sanitario Pere Virgili, como jefe del Grupo de Investigación en Envejecimiento del Instituto de Investigación Vall de Hebrón y, más teóricamente, como profesor de ciencias de la salud de la UOC. Ahora impulsa el BALL (Barcelona Aging coLLaboratory), el primer living lab con las personas mayores como protagonistas de las decisiones.
Xavier Bosch plantea la pregunta esperada: “¿Qué es el BALL?”. “El Barcelona Aging coLLaboratory es una plataforma para que las personas mayores estén en el centro y puedan opinar sobre cómo quieren los nuevos servicios o los nuevos productos. Nos gusta que quiera sugerir bailar, porque es justamente una plataforma de colaboración, un ecosistema con diferentes actores, todos implicados con la vejez o el envejecimiento”, comenta Marco.
Los estigmas de la vejez
“Todavía hay cierto estigma hacia la vejez, como una parte de la vida menos importante, de menos valor, para una parte de la sociedad. En cambio, dado que cada vez vivimos y viviremos más, todo esto se tiene que repensar. Sobre todo, hay que repensarlo con las personas mayores, que nos pueden decir qué pueden dar a la sociedad, que es muchísimo, y qué papel activo pueden tener”.
El año 2050 una de cada tres personas tendrá más de 65 años
El envejecimiento en Cataluña continúa desbocado, al doble del nivel mundial. “Habrá entre un 12% y un 15% de gente que tendrá más de 85 años. Cataluña es un país muy longevo. Esto es un hecho muy positivo. Pensamos que a primeros del siglo XX, la esperanza de vida en España era de unos 30 y pocos años. Hoy llegamos casi a los 86 años en mujeres”, comenta Marco.
Algunas de las preocupaciones presentes en la sociedad son las enfermedades crónicas, la dependencia o el hecho de que en algún momento no habrá cuidadores suficientes para toda la gente mayor. Inzitari reconoce que “muy a menudo, los cuidadores profesionales son personas inmigrantes y que también, como las personas mayores, están muy poco dignificadas, porque están poco formadas y poco reconocidas a escala social y salarial. Todo esto tendremos que redignificarlo, porque es una profesión capital”.
¿La soledad es un problema?
“Es un problema cuando la persona percibe la soledad como un problema. Sabemos que la soledad y la falta de relaciones sociales es un determinante de mala salud. Hay personas que están bien solas, entre comillas, y mantienen cierta vida y ciertas relaciones, y muchas personas se quedan en casa sin querer y para ellas es un problema. En este caso, que estén en casa, pero de alguna manera conectadas, sería lo primero que deberíamos hacer. Y, segundo, si no pueden estar en casa y deben ir a una residencia, debe estar en las mejores condiciones posibles”.
El actual modelo de residencia para personas mayores no cumple con las expectativas de espacio en las que aspira a vivir la sociedad a partir de los 75/80 años o cuando desarrollen algún grado de dependencia. Hay personas que dicen: «Si las residencias fueran diferentes de cómo son ahora, sí me plantearía ir, si me quedo solo».